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Un cero a la izquierda en la nieve
Un grupo de niños espera el transporte escolar en una fría mañana de invierno. La nieve todo lo cubría. Algunos niños juegan con bolas de nieve mientras otros se mueven tratando de calentarse y ríen. Todos, menos Roger.
Roger está separado del grupo con su vista clavada en el suelo. Parece invisible en medio de un grupo de niños que se amontonan mientras esperan el autobús escolar.
Cuando el autobús llega, se acomodan gritando y corriendo, se mueven apresuradamente hasta ocupar sus asientos. Todos menos él, quién se queda al último y sube pesadamente las escaleras. Ninguno de sus compañeros le pide que se siente junto a él, Roger recorre con la mirada los asientos hasta que se acomoda detrás del chofer.
El autobús avanza y cuando sólo ha recorrido algunos kilómetros, Roger deja caer sus libros y se pone de pie con dificultad. Su mirada es distante y parece perdida. El chofer sorprendido al verlo de pie, le pregunta si se siente bien. Pero él no responde. El chofer preocupado y algo molesto, se orilla y abre la puerta. Cuando Roger empieza a bajar los escalones, se desploma en la nieve.
El conductor se acerca al cuerpo de Roger. En un momento, llega la ambulancia. Roger muere. Termina la escena.
Esta es una película educacional para profesores, basada en la historia real de un niño que murió un día cuando iba camino a la escuela. Su muerte no tuvo causa aparente. Una de sus maestras se dedicó a investigar sobre lo sucedido y encontró en la familia de Roger las causas de tan dramática muerte.
El matrimonio de sus padres se había disuelto, su padrastro lo ignoró y prohibió a su madre cualquier tipo de atención para él. Prácticamente se borró de la familia y aunque su madre lo amaba, a causa de sus ocupaciones y de su nuevo esposo, se olvidó de él. Como resultado, Roger empezó a tener problemas en la escuela y sus maestros lo dejaron de lado para que trabajara solo. Comenzó a separarse de los demás niños de su escuela y perdió a los pocos amigos que tenía.
Poco a poco fue volviéndose introvertido, se encerró en sí mismo. Quedó rodeado de un mundo de silencio, totalmente aislado de palabras. El dolor fue demasiado para él. No lo mató una enfermedad ni un golpe. La falta de palabras de amor y aceptación fueron las enfermedades que terminaron con la vida de Roger. Murió creyéndose totalmente solo e indeseable. La ausencia de palabras de valoración profunda puede ser mortal.
Fragmento de la obra "Autoestima" Autor: Pablo Zamora